Cambio climático

Una mirada al estado del clima global en el año 2020

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Acostumbramos a mirar el presente para adivinar el futuro. Antes nos servía como estrategia, ahora tenemos dificultades para ver porque las incertezas se nos han revelado como dominadoras. El clima se estudia por activa y por pasiva. No dejan de aparecer simulaciones que echan mano de tal o cual algoritmo para prever lo inseguro. A la vez, reuniones y más reuniones -ahora mismo están hablando los líderes mundiales incluido el presidente de EE.UU.- buscan la descarbonización de la vida por reducción de emisiones. Loable empeño. 

Mientras se ponen de acuerdo gobernantes y multinacionales varias, podemos ampliar conocimientos de cómo nos encontramos. La reciente publicación de la Organización Meteorológica Mundial y otras agencias ONU State of Climat Globate 2020 insiste en que hay que poner en marcha con urgencia una política más ambiciosa para detener su velocidad de transformación, para ganarle tiempo. Una y otra vez constata que el aumento de los niveles de gases de efecto invernadero en la atmósfera debido a las actividades humanas es uno de los principales impulsores del cambio climático. Dice que a pesar de la covid-19, aumentó la emisión a la atmósfera de GEI. Razona por qué son tan importantes esos gases. Incluye gráficas, con datos de diversas instancias evaluadoras, que demuestran su evolución desde hace unos 150 años. Llama la atención sobre la evolución de las temperaturas en lugares muy sensibles, como el Ártico o la zona Antártica, por las graves repercusiones que dicho fenómeno tendría en la dinámica global del clima. Además, alrededor del 90% del exceso de energía que se acumula en el sistema debido a las crecientes concentraciones de gases de efecto invernadero va a los océanos, con el grave impacto que supone en la vida marina, entre otras cosas por la acidificación de las aguas, y para las comunidades humanas que viven en sus orillas.

No se olvida de valorar el aumento de los eventos extremos ligados al clima en todo el mundo. Se lamenta de las pérdidas de las masas glaciares continentales, con la consiguiente disminución de su efecto albedo. Dedica un capítulo especial a los refugiados, los desplazados internos y los migrantes ligados a la crisis climática y sus eventos. Durante la última década (2010-2019), los episodios relacionados con el clima provocaron un promedio de 23,1 millones de desplazamientos de personas cada año. Es más, esos eventos provocaron en gran parte, influirían otros factores, unos 9,8 millones de desplazamientos en el primer semestre de 2020, concentrados principalmente en Asia meridional y sudoriental y el Cuerno de África.

En fin, que la cosa está complicada. Aquí un acceso resumido en español.

Por cierto, las gigantes petroleras siguen con su renovable lavado de cara mientras aumentan sus emisiones. Lo recoge The Guardian llamándolo «El gran engaño».

El perfil ambiental de España, trazos finos y borrones

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El Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico dio a conocer el Perfil Ambiental de España 2019 (PAE) unos meses, algo que hace todos los años. En la presente edición insiste en relacionar medioambiente y salud. Lo presenta como un problema global pues se sabe que las alteraciones del medioambiente tienen una influencia inmediata y duradera en la salud colectiva. En el caso de España, el PAE analiza aquellos agentes físicos, biológicos, climáticos y otros que condicionan la salud. En el año 2017 se firmó la Declaración de Ostrava que definía el perfil de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Ese documento señala los fundamentos de la interacción entre salud y medioambiente: la calidad del aire interior y exterior; el acceso universal, equitativo y sostenible al agua potable, el saneamiento y la higiene; la minimización de los efectos adversos de los químicos en la salud humana y el medioambiente; la gestión saludable y sostenible de los residuos y los sitios contaminados; la adaptación al cambio climático y el esfuerzo general en su mitigación; la conversión de ciudades y regiones en espacios físicos y sociales más saludables e inclusivos, seguros, resistentes y sostenibles; la consideración de la sostenibilidad ambiental en los sistemas de salud. Es imprescindible creer en esos fines, además de convencerse de que es posible acercarse si se establecen las necesarias alianzas entre todos los agentes sociales y la ciudadanía.

Los abogados ambientales de ClientHearth publicaron un trabajo de investigación sobre los archivos del lavado verde que interpretaba el lenguaje de las grandes petroleras, de los mayores emisores de gases de efecto invernadero que venden su descarbonización casi inmediata. No son solo las petroleras, también lo hacen las multinacionales de la globalización. Y claro, dado que tienen tanto poder mediático y de todo tipo nos provocan distorsiones del perfil que tenemos ahora y el que deberíamos mejorar. Disponen de efectivas campañas de marketing verde, nosotros caemos en la maraña y consumimos sus productos. Para ello se aprovechan de las redes sociales para llegar a un público joven,incluso no falta el pago a influencers. Nos despistan, pues ya no sabemos a dónde mirar y lo peor, qué pensar y si este ejercicio merece la pena.

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