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La contaminación del aire asfixia a la salud y es una rémora para la economía, local y global
Atentos a cómo encabezaba Philip J Landrigan (2018) su artículo. “Las olas de calor, las inundaciones, el aumento del nivel del mar, las tormentas violentas y los rangos ampliados de enfermedades transmitidas por vectores asociados con el cambio climático global y las enfermedades y muertes prematuras causadas por la contaminación son responsables de enormes pérdidas económicas. Sin embargo, a pesar de la gran magnitud de estos costos, con frecuencia se pasan por alto y generalmente no se contabilizan, …, no son reconocidos”, y así va el mundo. Sigan leyendo, merece la pena. Pero quienes tienen el poder no lo quieren ver ni escuchar, aunque se lo digan investigadores que lo han publicado en la revista The Lancet.
Vida saludable en núcleos urbanos: complejo asunto de gestionar
La vida en la ciudad tiene demasiados peajes. La mejora en una parte de las condiciones saludables en una ciudad se contrapone con el deterioro en otras; afectan de manera desigual a la gente, ya sean ricos o pobres, gente sana o con ciertas enfermedades, niños y ancianos o jóvenes. Si nos fijamos en las ciudades de países en desarrollo el porcentaje de personas afectadas es tan grande que su vida se convierte en una carrera de obstáculos. Como dicen algunos “el código postal tiene más importancia que el genético para llevar una vida urbana saludable”. Una parte del problema viene de la calidad del aire. No, es de la contaminación que nosotros echamos constantemente al aire, las responsabilidades son de casi todos. Revise un día cualquiera de su vida urbana. Anote si puede estar emitiendo gases o partículas que deterioran la calidad del aire y la salud de todos, la suya también. Pero además hay otras cuestiones preocupantes, como detallaba el informe del Observatorio salud y medio ambiente de DKV-Ecodes. ¡Un poco de autolimitación, por favor!
Receta para ser ciudadano-a saludable y no lastimarse en el intento
El Instituto de Salud Global de Barcelona nos ilustra qué hay que hacer, cómo ser ciudadano-a con salud en las enfermas ciudades, incluso métodos para sanarlas en su «5 Claves para ciudades más saludables«. Apunten: entender que el aire contaminado y actuar en consecuencia, protegerse del creciente ruido con el que la ciudad nos maltrata, disfrutar de los espacios naturales de forma cotidiana y llevar a nuestra familia con nosotros, desarrollar actividades físicas de forma regular y mejor si se realiza en espacios saludables, protegernos de temperaturas inadecuadas. Al final, las claves que el ISG nos dice se podrían resumir en: «Atendamos a las claras evidencias científicas: la vida urbana actual puede llevar asociados graves impactos negativos en nuestra salud. El simple hecho de vivir en una ciudad no debería entrañar esos riesgos para nuestra salud, sobre todo porque son perfectamente evitables». Por cierto, los niños, las personas mayores y quienes sufren determinadas patologías están más expuestos que nadie. Protegerlos es una tarea colectiva. Anádanse a las iniciativas saludables que seguro existen en su ciudad.
Ensojados transgénicos desde las carnes hasta la sopa; Europa vive en el intencionado despiste alimentario
En este mundo globalizado casi nada es lo que parece, tampoco en la cuestión alimentaria. Hace unos años se publicitaron las propiedades de la soja. En particular se decía que reducía el colesterol y era cardiosaludable. Eso sí, debía de ir acompañada de una dieta saludable y un estilo de vida adecuado. Luego se defendió la sustitución de las proteínas cárnicas por las de esta legumbre. También se habló de la leche de soja, y se comparó con las de origen animal. Ahora nos hemos enterado que sí pero no se sabe si es buena totalmente. ¿Por qué? Parece ser que buena parte de la soja que alimenta los animales europeos tiene una elevada carga ecológica en los países que la producen y nos la venden; Argentina y Paraguay por ejemplo. Lo que algunos han titulado como “La crisis evitable: la catástrofe medioambiental de la industria europea de la carne”. Así pues, con tanto comercio al final no nos enteramos de qué es ni cómo se produce lo que comemos. Y además una buena parte de ella es transgénica, para bien de unos y para mal de otros. ¿Será el signo de los tiempos?
Atesorar pobreza afecta gravemente a la salud. Quienes mandan ni siquiera la huelen, para no contaminarse
Ser pobre erosiona la salud, un día sí y casi otro también. Así se acumula la vida, entre deseos y carencias. La revista médica The Lancet publicó recientemente un estudio –se puede descargar en pdf- , la muestra alcanzaba a 1,7 millones de personas, en el cual se afirmaba que la pobreza acorta la vida casi tanto como el sedentarismo y mucho más que la obesidad, la hipertensión y el consumo excesivo de alcohol. Estos asuntos sí que son tenidos en cuenta por las autoridades sanitarias de los países para acomodar a ellos programas de salud pero la pobreza no cuenta como factor de alto riesgo, tampoco para la OMS para el plan 2025. Menos mal que alguien que se olvidó de incluirla como factor de alto riesgo en los ODM ahora ha considerado parte de su virulencia en los ODS. En la salud de los niños la ecuación es clara: la pobreza genera problemas de salud y desarrollo que permanecen a lo largo de la vida.
El reciclaje desordenado de nuestros equipos tecnológicos esconde peligros para la salud de los más pobres y el medio ambiente
Nos impactó lo noticia que asegura que millones de personas –muchas con mujeres y niños- se dedican en América Latina a la recogida de basuras. Cerca del 90 % lo hacen de forma no regulada, exponiéndose a peligros derivados del contacto con materia fecal, materiales tóxicos, residuos químicos, jeringuillas usadas, pilas y baterías. Aunque hay varios proyectos para hacer las cosas bien, que comprenden el respeto por el medio ambiente, se avanza despacio. Aquí tenemos la recogida y selección muy regulada, pero bastante gente que mantiene una existencia difícil hurga en los contenedores de basura domiciliaria, buscando la supervivencia; también se exponen a contagios no deseados. Pero en esto, como en casi todo de la vida, hay quien gana (o pierde) en la búsqueda de un sustento en la basura. Asómense un momento al vertedero mortal que es Ghana, en donde acaba una buena parte de nuestros desechos tecnológicos. Quédense con el nombre de Agbogbloshie. ¿No les entran ganas de reorientar su consumo, sabiendo que en una pequeña parte todos somos responsables?
Un top ten, se podrían describir muchos, de los contaminantes ambientales
No mire para otro lado que seguro tiene alguno por su casa, o en su vida los utiliza; nos referimos a productos fabricados mediante prácticas altamente contaminantes. Vale, disculpamos sus despistes porque usted mismo no los fabrica ni legisla para ellos, pero es bueno que sepa a que contribuye o se expone. En el top ten de los más contaminantes figuran en lugar privilegiado las baterías de plomo/ácido, ciertas sustancias empleadas en la minería, incluida la del carbón, los plaguicidas con los que nos “cuidan” los productos hortofrutícolas para que no lleven bichitos y tengan buen color y forma, y muchos más que harían interminables la lista. Un dato terrible: la mayoría de ellos circulan por el agua que mucha gente bebe. ¿Qué estamos haciendo mal? Los de la OMS están muy preocupados. Puede añadir alguno a la lista y reducir su impacto personal y global. Pero ante todo permanezca alerta, infórmese y únase a causas justas que eviten la proliferación de venenos, estén claros o viajen escondidos.
Las tóxicas adelfas son semáforos ambientales pues delatan la calidad del aire en las ciudades
Son unos arbustos peculiares. La Nerium oleander, presente de forma natural en terrenos poco productivos, ignorada y denostada por su toxicidad, ha conquistado buena parte de nuestros jardines, en donde por nada del mundo debería encontrarse y por eso en algunos lugares le han declarado la guerra; pero el caso es que todavía se sigue vendiendo. ¿Por qué? Pensábamos que era por dejadez o desconocimiento de los responsables de parque y jardines pero no, ahora los de Instituto Pirenaico de Ecología han descubierto que las adelfas son unos magníficos testeadores del aire contaminado; se lo tragan todo, más o menos como los humanos. Por cierto, ¿sabría identificarlas?
En la rosa y el blanco de tus luces,
bajo tu flor de azúcar y veneno,
adelfa de jardines andaluces,
pierden los pulsos su latir sereno.
Pierden los pulsos su latir y viertes
en la sangre letárgicas esencias
en tu débil aroma dulces muertes
coronan andaluzas indolencias
Misterio de la adelfa de Joaquín Romero Murube (Paco Bailo me la susurró)
La trilogía de la vida natural se escribe en los paisajes pues la contaminación del aire, el cambio climático y la biodiversidad los convierten en los verdaderos protagonistas
Aseguran los expertos que la gestión y acción aislada de un problema ambiental provoca resultados muy limitados. Los hechos testifican esta afirmación cada vez que gobiernos y ciudadanos nos enfrentamos a un episodio crítico. Según el Foro Global de Paisajes (GLF) habría una forma de ser más eficientes y asegurar futuros sostenibles: equilibrar los objetivos ambientales con tendencias de desarrollo económico en el territorio adoptando el paisaje como unidad de gestión. Al menos eso dice el recientemente creado Foro Global de Paisajes (GLF) que se ha propuesto empujar para que la fractura socio ambiental no crezca, diciendo las verdades a quienes mandan en el deterioro ambiental y social, sordos como tapias.
Esparadrapo climático para pasar sin agobios estas fiestas
Estábamos contentos, a medias, porque la Eurocámara había fijado el objetivo del 35 % de las energías renovables para 2030. Pero la alegría es efímera pues los Gobiernos europeos se han encargado de rebajar las expectativas; lo dejan en un 27 %, a lo cual solo se opusieron Portugal y Dinamarca. Total ya estamos en poco más del 24 % y el esfuerzo no es muy grande. ¡Hasta Arias Cañete, el Comisario del ramo pedía más esfuerzo a los ministros! Dicen las malas lenguas que detrás de estas maniobras está el deseo de alargar las ayudas a las plantas de carbón y los biocombustibles hechos con alimentos. Semejante desatino nos pone en guardia, pero tranquilos que estamos en Navidad; el esparadrapo climático nos protegerá las heriditas.
P.D.: El Gobierno de España, experto en poner trabas a los frenos climáticos como el impuesto al sol, está contento con el asunto pero que no se confíe.
Antibióticos para atiborrar a los animales, un buen medio de hacer enfermar a todos, medio ambiente incluido
Lo bueno y lo malo conviven estrechamente en asuntos tan delicados como es la alimentación. Alerta el hecho de que España sea el país de la UE que más atiborra a los animales industriales de medicamentos. De allí pasan a nosotros sus proteínas y demás nutrientes junto con las resistentes bacterias malas y otros venenos. España emplea 402 miligramos de antibióticos por cada kilo de carne producido; añadan lo que se meten en su organismo comiendo carne a lo que traen consigo la leche o los huevos. Dicen que las autoridades están estudiando el asunto, que España es un país que abusa de los antibióticos en general, también para curar las afecciones humanas. Si la cosa sigue como ahora, las bacterias malas se habrán hechos tan resistentes que nos tendrán atrapados, porque también fluyen por los vertidos que van a las aguas que nos sirven para cultivar e incluso para beber. Entérese de qué va el Plan nacional de Resistencia a los Antibióticos.
El retrete, ese delicado objeto de deseo para mucha gente
Lo que para unos es lujo para otros es necesidad. Todavía unos 2400 millones de personas no disponen de un sitio acotado y saneado para evacuar sus necesidades fisiológicas; unos 1800 millones consumen agua sin garantías de que no tenga contaminación fecal. Disponer de un retrete salva vidas y también se protege el Planeta. Por eso no debe extrañarnos que la ONU le dedicase el 19 de noviembre para recordarlo. Pero es que este año se recuerda que las aguas residuales, correctamente tratadas, son un recurso que se puede aprovechar de nuevo. De todas esas cuestiones que hemos utilizado para introducir el tema se habla en la Web de iagua. Visítenla, infórmense de como va la cuestión del saneamiento en el mundo. Lean esta historia de retretes y niños en Angola; Unicef lucha por llevar el saneamiento a la infancia de muchos lugares del mundo pobre.
Hay que gritarlo de nuevo: el Apocalipsis cabalga sobre la contaminación, que provocamos nosotros
La sordera mental de unos se combina con la despreocupación de otros. Desde aquí lo seguiremos diciendo: en la Europa rica, demócrata, avanzada tecnológicamente, con políticas medioambientales, con investigación puntera, etc., la contaminación mató, o dio la puntilla que es lo mismo, a unas 428.000 personas en el año 2014, según recoge el informe «La calidad del aire en Europa 2017» elaborado por la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA). Es el principal riesgo medioambiental que padecemos los europeos. Entérese de qué hacen su gobierno, el ayuntamiento de su ciudad y otras administraciones para reducir las emisiones al aire de esas partículas de un tamaño inferior a 2,5 micras (PM2,5) que limitan la vida del 82 % de la población urbana en la UE, de esos óxidos de nitrógeno mortíferos. Porque se nos olvida que la contaminación no se genera de la nada: el transporte, la agricultura, las instalaciones de producción de energía, la industria y los hogares la traen. Todas las actividades emisoras están manejadas por nosotros y a nuestro servicio. La inteligencia se demuestra con hechos, de otra forma enferma. Hoy mismo están en alerta y con restricciones al tráfico varias ciudades españolas.
La malnutrición no perdona a ningún país; la humanidad no perdonará jamás a quienes pueden hacer mucho por evitarla
La primera parte del titular pertenece a Le Monde en su edición del 4 de noviembre. Dice el rotativo francés, copiamos casi textualmente, que por primera vez la humanidad se enfrenta a una brutal crisis de desnutrición. Según el Global Nutrition Report 2017, 140 países se enfrentan al menos a una de las formas principales de este desastre humanitario: un considerable retraso en el crecimiento en los niños (155 millones lo padecen), una extendida anemia en las mujeres en edad para procrear y un creciente sobrepeso de los adultos y niños (ya los son 2 de los 7 billones de personas); casi el 90 % de los ciudadanos objeto del estudio en esos 140 países están muy afectados por dos o tres de estos trastornos. Tanto hablar de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y estos hechos/datos van a impedir que se cumplan la mayor parte de ellos. ¿Quién domina el mundo para hacerlo tan injusto?; reflexión sugerida para cualquier tertulia con la familia y los amigos. Incluso valdría para una tertulia de esas que organizan la televisión o la radio. Queda por ver cómo respondería la audiencia, tanto tiempo aletargada por el consumo adulador.
Los conversos ambientales tienen pensamientos efímeros; incrédulos como son, acabarán por asfixiarnos a todos
En esto de la contaminación del aire hay gente despistada, que no llega a percibir que respirar se está convirtiendo en una aventura de alto riesgo. De vez en cuando, si es ciudadano-a deja su coche en casa. Otras veces, se hace cientos de kilómetros durante el fin de semana para respirar aire «puro», como si lo almacenara en depósitos para pasar la semana; en el día a día no tiene problemas para sentarse en una terraza al lado de un vía atestada de tráfico. Si es autoridad, parchea su incredulidad con prohibiciones de circulación, durante poco tiempo y soportando las iras de los incrédulos ciudadanos que antes parecieron conversos. Pocos quieren reconocer que es el modelo de vida el responsable de nuestra mala salud ambiental y personal, que es urgente descarbonizar, y mucho, el transporte y más cosas. Hace casi dos años asistíamos a una pelea absurda en la capital del Reino sobre la prohibición de los vehículos diésel. Así pasan los días, y el mundo adormece sus pesares. ¿Hasta cuando?
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