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Todos sabemos que necesitamos un aire más limpio; pero quién se empeña en su búsqueda
La invitación -necesidad imperiosa, de beneficios enormes para nuestra vida cotidiana- la han lanzado muchas fundaciones, organismo y ONGs como puede ser la Plataforma X aire más limpio. Esta centra su incidencia en los ayuntamientos, como órganos de gestión más cercanos a los ciudadanos, principales perjudicados de que el aire de donde viven sea cada vez menos limpio. Porque se sabe que la contaminación del aire resta la esperanza de vida, porque entre todos algo podremos hacer, es la hora de decir: ¡Basta ya! Todos a la búsqueda de un aire más limpio. Empiece hoy a apagar algunos motores, a dejar su coche en casa y transitar en la ciudad con medios no contaminantes. Lea, y adhiérase a las propuestas de porelclima. Allí encontrará informaciones como el estudio State Global Air sobre cómo la contaminación afecta especialmente a los más vulnerables, niños, de los países más pobres. ¿De verdad que le da igual? No podemos creerlo. Celebre como se merece la Semana Mundial del Medio Ambiente.
El cambio climático se ceba mucho más con la gente de los países pobres
Todo lo que no mejora puede empeorar; adagio que se puede aplicar perfectamente al cambio climático, lo malo es que lo haga rápidamente. No estamos referiéndonos a una serie de parámetros físicos que introduzcamos en un programa simulador de futuro. Hablamos de personas, de su vulnerables vidas individuales y colectivas, que están cercenadas todavía más por la imparable transformación climática que soportan actualmente el planeta y sus habitantes. Los países pobres cercanos al Ecuador son cada vez más pobres debido al cambio climático. Mientras, paradoja injusta, algunos países ricos como Canadá y Noruega ven mejoradas sus economías. No se desanimen, sigan luchando por retener la esperanza colectiva en que esto cambie si todos ponemos algo de nuestra parte. Eleven sus quejas y demandas a sus gobiernos, empujen para que se declare la emergencia climática, pero de verdad, no como hacen algunos gobiernos que no asignan ningún recurso a conseguirla. Entérense de más dudas, peligros potenciales o riesgos reales, debidos a los trastornos climáticos en Inside Climate news. En este asunto es conveniente conocer las responsabilidades nacionales, para no echar la culpa siempre a los demás.
El agua de la vida, la vida del agua; siempre hay historias para (pre)ocuparse bastante más
El agua es vida, la vida del agua es difícil en un sistema cambiante, con un clima desbocado que se revuelve sobre sí mismo acuciado por las tropelías de la especie humana. ¡Ya tenía bastante con sus incertezas! El nuevo ciclo del agua resulta afectado en su calidad; siempre ha sido agua que se usa de maneras diversas y parecidas en cada lugar y país, en los hogares, por eso acumula basura en ríos y mares. Todo lo cual, y nos hemos dejado muchas cosas, nos lleva a preguntarnos: ¿Qué significa una buena gestión del agua? De esto y de bastantes más historias sobre el agua puede informarse en la página de la Agencia Europea del Medio Ambiente. Le servirá para mantener una actitud crítica ante sus comportamientos y compromisos. Si los maneja bien, si logra disminuir su consumo domiciliario del agua o el de su empresa, ¡enhorabuena! Siga adelante e intente difundir los mensajes. Cada vez cuesta más restituir al agua sus cualidades originales.
También hay que mirar las noticias del mundo del agua, sirve para reconocer esa agua de vida en forma de garrafas dejadas por activistas humanitarias, que son condenadas por auxiliar a quienes sufren el denigrante paso del desierto americano en busca de otra vida. ¿Qué hay de aquello que se decía del derecho humano al agua y saneamiento?, más ahora con eso del cambio climático. Por cierto, ¿Han oído hablar de planes de choque ante la sequía actual y la que seguramente se hará estructural en la España venidera? Eso ya es otra historia de la que nadie sabe, nada cuenta.
Si pudiera hablar, ¿Qué pensaría el agua de todo esto? Mírenla en ríos y mares, también cayendo de los grifos de su casa o de la cisterna del váter; hay ciertos mensajes para los cuales no hace falta palabras.
Mientras los GEI van y vienen colgados en la aérea interconexión multiturística y exótica, la OMS avisa de que la vida de nuestros hijos y nietos empeorará
Cada vez más vuelos, para más gente que ve en los desplazamientos a lugares lejanos uno de los anhelos existenciales, bien vendidos por las agencias turísticas o por los programas televisivos. El turismo largo –parece que quién no ha viajado a distancia de 10 000 no puede contar nada- gana la batalla al desplazamiento corto, según demuestran la Agencia Europea del Medio Ambiente (EEA por sus siglas en inglés) y la EASA (European Union Aviation Safety Agency). Lo exótico triunfa de tal forma que mucha gente “disfruta” de un lugar pintoresco en lo social y ambiental, puede enviar centenares de fotos por whatsapp para dar envidia- pero a la vez que desconoce los maravillosos enclaves que tiene a unos kilómetros de su casa o los que puede disfrutar sin moverse de su país –sus fotos no llaman tanto la atención-. Ahora mismo, se habla de la “España vaciada”, la gran desconocida para la mayoría de los españoles que no viven en ella. Merece la pena acercarse a valorar a sus gentes, a disfrutar de los enclaves que atesora; así disminuirá el tráfico de los millones de aviones que surcan nuestros cielos y aumentan casi un 5 % las emisiones de dióxido de carbono. Tomen nota: Ryan Air ya figura entre los diez mayores contaminantes del mundo, y otras líneas aéreas no están muy lejos. Urge un nuevo cambio de tendencias si de verdad queremos amortiguar el cambio climático; los gobiernos europeos deben poner restricciones.
PUBLICIDAD GRATUITA: ¡Consuma turismo lento, de proximidad, de temporada multiforme y disfrute de cada minuto! Es una forma de rellenar la España vaciada, si nos apura la Europa vaciada.
HELP: Dicen que se acaban de medir las mayores concentraciones de CO2 jamás conocidas. También que la OMS, en palabras de su directora de Salud Pública y Determinantes Ambientales y Sociales de la Salud, avisa de que “Es probable que nuestros hijos vivan menos que nosotros”.
Paradojas del universo social: a pesar de que el asma infantil crece con la contaminación del aire, esta la incrementamos por todos los lados
¿Hasta dónde llegaremos sin darnos por aludidos? Algunas organizaciones supranacionales alertan de que la contaminación del aire que respiramos por óxidos de nitrógeno, azufre y carbono procedentes de las emisiones provocan el asma infantil; antes se decía que aumentaba las dolencias. La carga de enfermedad atribuible a la contaminación ambiental por NO2 no deja de aumentar, se calculan unos 4 millones de casos provocados; dicen que en Londres causa un tercio de los nuevos casos. No lo dicen solamente los ecologistas sino que estos se apoyan en investigaciones científicas como la publicada recientemente en The Lancet. Anoten las ciudades más agresivas en este aspecto: Lima, Perú (690 casos por año); Shanghai, China (650); Bogotá, Colombia (580); Beijing, China (560); y Toronto, Canadá (550,), pero la lista es muy larga. No se pierdan los gráficos explicativos que aporta la investigación. ¿A qué esperan la OMS y las autoridades nacionales para dictar políticas más restrictivas? Ganarían en salud, protegerían su medioambiente y se ahorrarían mucho dinero en asistencia sanitaria; y sus ciudadanos serían más felices porque su vida sería más saludable. Por cierto, no dejen de leer Las chimeneas del CO2 en La Vanguardia.
SÍ, al placer de beber agua del grifo, cargada de calidad
Las organizaciones ecologistas vienen luchando desde hace tiempo porque termine la moda consumista de beber agua embotellada. Alertan de que es innecesaria, ecológicamente inviable y un despilfarro económico, además de un engaño a los consumidores en algunas ocasiones. Defienden que disfrutar de la bebida de agua de grifo de calidad es posible, deseable, ecológicamente responsable y mucho más barato. Hace unos meses la Unión Europea manifestó su interés en adaptar su normativa para impulsar el uso de agua del grifo; hace unos días, el Parlamento Europeo se ha posicionado en el mismo sentido. Lean este artículo publicado recientemente en el periódico El País y fomenten en casa su consumo. Únanse a campañas como #PideJarradeAgua, de la OCU cuando coman o beban en bares y restaurantes. Reclamen al ayuntamiento de su localidad que el agua que le llevan a su casa sea de calidad; algunas veces no sucede así. Ah, y consuman solamente la necesaria.
Por cierto, ¿quieren conocer la calidad del agua que beben y muchas más cosas de España y del mundo? Pinchen aquí.
La salud planetaria se asegura con dietas personales acordes
Mucha gente no se da cuenta, pero las dietas humanas están totalmente vinculadas con la sostenibilidad ambiental. Es indudable que el incremento de la producción de alimentos en los últimos 50 años ha contribuido a mejorar la reducción del hambre severa y la esperanza de vida pero también ha generado cambios de dieta planetaria poco saludables. Las tradicionales –basadas más en alimentos de origen vegetal– han cambiado hacia un “modelo alimentario de estilo occidental” –un alto consumo de calorías, alimentos altamente procesados, bastantes azúcares añadidos, sodio y grasas no saludables– procedentes de altas cantidades de productos animales, con los consabidos peajes ambientales que supone; en ellos, el gran incremento de productos utilizados en la ganadería intensiva para hacerla económicamente rentable, que después dañan el planeta y nuestra salud. Por otro lado, no se está priorizando el consumo de alimentos vegetales de temporada y de agricultura de cercanía. Así el planeta sufre trastornos en su salud, que nunca será perfecta porque la entropía siempre está presente.
Todo esto está teniendo sus impactos en la salud humana, a escala personal y colectiva, con elevados gastos sanitarios, pero también es insostenible a escala ambiental. La producción actual de alimentos ya está impulsando el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la contaminación y demasiados cambios drásticos en los usos del suelo y el agua.
Seguir leyendo en Ecoescuela abierta de El Diario de la Educación.
Pesticidas hasta en la sopa juliana, y no es un chiste fácil
Hace unos días, varias organizaciones ecologistas volvieron a insistir en que los pesticidas apestan la vida de las plantas -de la biodiversidad que lleva conexa- y la nuestra. Fue en el marco de la Semana sin pesticidas, que se hace coincidir con la entrada de primavera. El asunto es tan grave que sorprende la lentitud de la UE y de los sucesivos gobiernos de España para encarar soluciones. Sepan que España es líder europeo en el consumo, dudoso honor, debido a los incrementos medios de un 5% anual desde 2011. Aparte del impacto en la vida silvestre, de la biodiversidad aniquilada, los ríos y nuestra comida ya lo notan. Todo este manejo tóxico se hace en aras de «mejorar» las producciones agrarias y «rentabilizar» el trabajo/la vida de la gente del campo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que casi un 20 % de los 12 millones de casos de cáncer que se diagnostican cada año en el mundo pueden atribuirse a las ir a exposiciones ambientales. ¿De verdad hacen falta tantos, no hay alternativa a los tan peligrosos? Algo estamos haciendo mal. La gente de Ecologistas en Acción nos detalla más cosas; no se lo pierdan y comiencen a exigir un mundo libre de pesticidas. Un recuerdo especial para las ONG como Greenpeace que llevan tanto tiempo dando la batalla contra el glifosato de Monsanto, acorralado en los tribunales pero que todavía dará mucho mal.
El desperdicio alimentario manda en nuestras vidas y condiciona la del planeta
Las escuelas miran a menudo al planeta para entenderlo, estudian a la sociedad porque ellas mismas forman parte importante de la vida colectiva. En realidad, son un reflejo de ambos mundos, ¿o se ven reflejadas en ellos? Su ámbito de influencia llega tanto a quienes las transitan cada día como para las familias que mantienen alguna relación con ellas. Por eso deben preparar al alumnado para entender lo que significa vivir el presente, para desentrañar cómo cada cual de manera individual y el conjunto de la sociedad gestionan sus modos de ser, utilizan los recursos del planeta y conviven en un mundo cada vez más complejo; todo para posicionarse, siempre tras un razonamiento crítico.
La FAO afirma que hay muchos alimentos seguros y nutritivos que están inicialmente destinados al consumo humano que son desechados o utilizados de forma alternativa (no alimentaria) a lo largo de las cadenas de suministro; merece la pena leer, aunque este informe sea de hace unos años, Pérdida y desperdicio de alimentos en el mundo.
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El sol, la tierra y el tiempo condicionan la vida; ahora y siempre. Por eso es urgente un pacto reclimatizador
El pasado día 23, Día Meteorológico Mundial, la Organización Meteorológica Mundial nos recordaba que vivimos en una encrucijada de atención urgente. Se nos ha olvidado, o no hemos querido apreciar, la influencia del sol en nuestras vidas en el contexto de un cambio climático, en una salud diferente, en una aprovechamiento de sus poderes para nutrir nuestras energías renovables; en suma, en un contexto social complejo y muchas veces divergente en sus intereses.
Reproducimos textualmente, los subrayados son nuestros, lo que ese día decía el Secretario General de la OMM:
“El aumento de las temperaturas —que está provocando la fusión del hielo y el calentamiento de los océanos— se debe a los gases de efecto invernadero de larga duración en la atmósfera. En 2017 las concentraciones de dióxido de carbono (CO2) alcanzaron las 405,5 partes por millón (ppm) y siguen aumentando. Como consecuencia, desde 1990 ha habido un incremento del 41 % del forzamiento radiativo total. El CO2 causó alrededor del 82 % del aumento del forzamiento radiativo durante la pasada década.
Si se mantiene la tendencia actual de las concentraciones de gases de efecto invernadero, es posible que las temperaturas aumenten entre 3 y 5 °C de aquí a finales de siglo, muy por encima del objetivo fijado en el Acuerdo de París de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, mantener el aumento de la temperatura media mundial por debajo de 2 °C y lo más cerca posible de 1,5 °C.
El cambio climático ha provocado un ascenso de los extremos térmicos y nuevos récords de las temperaturas diarias, no solo en el ámbito local, sino también a escalas nacional, regional y mundial. Las olas de calor empiezan cada vez primero y terminan más tarde de lo habitual, y su frecuencia e intensidad han ido en aumento.
Los modelos climáticos prevén un aumento de la temperatura media en la mayoría de las regiones terrestres y oceánicas, episodios de calor extremo en la mayoría de las regiones deshabitadas, precipitaciones intensas en varias regiones y la probabilidad de sequía y déficits de precipitación en algunas regiones. Se prevé que los riesgos relacionados con el clima para la salud, los medios de subsistencia, la seguridad alimentaria, el suministro de agua, la seguridad humana y el crecimiento económico aumenten con el calentamiento global”
Sus palabras resumen una parte de las seguridades científicas, a la vez que alerta sobre sus repercusiones en la vida colectiva. Mientras, los poderes públicos y los partidos siguen desaparecidos en la contienda climática. ¿Qué estamos haciendo? ¿No sería necesario en España un Pacto reclimatizador? La sociedad debe tomar el protagonismo en la defensa de su futuro, habida cuenta de la inacción de los partidos políticos españoles, empeñados en lanzarse soflamas.
No dejar a nadie sin agua para satisfacer sus necesidades básicas
Todos los años por estar fechas oímos burbujear al agua. Viene a decirnos que falta mucho para que sea un derecho humano, que compartirla es todavía una necesidad, que mientras unos la despilfarran otros 2.000 millones de personas ni la disfrutan para satisfacer las necesidades básicas. Pero el asunto va despacio, como nos recuerda este año UNESCO en su informe No dejar a nadie atrás. En él se habla del estado de los recursos hídricos del mundo, de los derechos humanos al agua y saneamiento en el horizonte 2030, de agua y ciudades o pobreza rural, y un poco de las dimensiones físicas y ambientales del agua. Por eso, el día de ayer debería servir también para recordar que el agua nos necesita a nosotros; lo claman los ríos y mares, hasta los lamentos del agua subterránea se escuchan en superficie. Hay que explorar la interacción agua y sociedad en todas sus dimensiones. Apunten unas cuantas razones. Estaríamos hablando de los ODS y de las Agendas 2030. Convertirlos en el eje de nuestras vidas es una necesidad; y el tiempo apremia.
P.D. : ¿Tendremos que cambiar el sistema de gestión del agua en España ante el cambio climático? No podemos seguir viviendo como si nada pasara.
Los eructos de las vacas aceleran el cambio climático; pero, ¿a quién sirven las vacas?
Coincidiendo con el Día sin carne.
De Ecoescuela abierta en El Diario de la Educación.
Los animales domésticos ocupan un lugar importante en nuestras lecturas. Los encontramos tanto en los primeros cuentos infantiles como en los libros empleados en los primeros cursos de primaria. Además, disfrutan de una atención continuada en nuestras vidas. Nos acompañan, nos dan cariño y también muchos servicios.
Con el tiempo, la ganadería se industrializó. Podíamos estudiar si eso está bien o mal desde el punto de vista de los derechos de los animales –asunto importante para debatir–, pero en este caso vamos a hacerlo desde la vertiente contaminante de las granjas intensivas. Utilizan mucha agua, necesitan una enorme cantidad de materias primas para la alimentación y producen muchos residuos sólidos, líquidos y gaseosos.
Hemos de decir, en primer lugar, que la culpa de estas enormes emisiones no la tienen los animales, que se limitan a vivir, sino aquellos que los crían y aprovechan. Por supuesto que las emisiones no son solo de las vacas –en particular sus eructos–, como dice el titular del artículo. A esos seres tan simpáticos que salen en muchos cuentos, que además nos dan leche, se añaden los pedos de otros muchos animales como caballos, ovejas y cerdos (estos últimos son hoy día la mayor fuente de carne del mundo a pesar de su prohibición en algunas religiones), son básicamente los que están acelerando de forma significativa el cambio climático.
Nuestro gran consumo de carne ha disparado la ganadería industrial y con ella diferentes problemas que podemos debatir en clase: gases de efecto invernadero, derechos de los animales, utilización de antibióticos de manera masiva y preventiva…
Seguir leyendo en El Diario de la Educación.
Episodios meteorológicos extremos, recurrentes; ¿La evidencia del cambio climático?
Recuerden los finales de enero y principios de febrero, cuando las televisiones nos traían imágenes de temperaturas invernales extremas en EE.UU. y Canadá -un vórtice polar que dicen no tiene relación con el cambio climático-, o nos hablaban de los elevados calores veraniegos de Australia. La diferencia de temperaturas entre algún lugar de un país y otro puedo estar en el mismo día en 100 ºC. Vale, pensemos que ha sido una casualidad -nos da pie a tonterías como la que expresó esos días Donald Trump-, pero los científicos aseguran, ya no solo opinan, que esta polarización meteorológica/climática irá en aumento. ¿Recuerdan The day after tomorrow (El día de mañana)? Claro que las cosas no suceden igual por todo el mundo, que hay regiones más «tranquilas» que otras. En casi todas hay un creciente número de periodos anormalmente cálidos al comienzo de la primavera, con los consiguientes efectos en el ciclo biológico de las plantas que no utilizan el fotoperiodo para regular sus floraciones, con los despistes vitales del resto de las criaturas. ¡Qué decir de los efectos en las personas! The Lancet publicó que en 2017 había acontecido más de 712 fenómenos climáticos extremos, que costaron, entre otras cosas, unos 285.000 millones de euros. Imaginen lo que sufrirían las personas y el resto de los seres vivos. ¿Estamos dispuestos a que siga el carrusel? Pues eso.
La salud planetaria necesita un cambio de dieta urgente
Por si no había reparado en ello, las dietas humanas están totalmente vinculadas con la sostenibilidad ambiental. Es indudable que el incremento de la producción de alimentos en los últimos 50 años ha contribuido a mejorar la reducción del hambre severa y la esperanza de vida pero también ha generado cambios de dieta poco saludables. Las tradicionales dietas –basadas más en alimentos de origen vegetal- han cambiado hacia un «modelo alimentario de estilo occidental» – un alto consumo de calorías, alimentos altamente procesados, bastantes azúcares añadidos, sodio y grasas no saludables- procedentes buena parte de productos animales. Todo esto está tendiendo sus impactos en la salud humana, a escala personal y colectiva, con elevados gastos sanitarios pero también es insostenible a escala ambiental. La producción actual de alimentos ya está impulsando el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la contaminación y demasiados cambios drásticos en los usos del suelo y el agua. Si quieren más fundamentación de esta cuestión, lean el artículo Plate and the Planet de Harvard Chan; no tiene desperdicio ese plato del planeta. Alíñenlo con La dieta perfecta para salvar el planeta y la salud del ser humano, publicado en El País. Y mantengan siempre en la despensa EAT Fundation, que se titula como la plataforma mundial basada en la ciencia para la transformación del sistema alimentario.
Treinta años ya del Protocolo de Montreal, un acuerdo básico para la vida
En ocasiones triunfa el sentido común, incluso en las relaciones entre países, y se conciertan iniciativas globales para proteger a la gente y a la compleja biosfera en la que esta vive. El Protocolo de Montreal -negociado largo tiempo antes tuvo su antecedente en el Convenio de Viena para la Protección de la capa de ozono y fue firmado en 1987- entraba en vigor del 1 de enero de 1989, al ser ratificado por los países necesarios. Supuso un hito en las relaciones internacionales, un ejemplo que podría haberse seguido en otras muchas problemáticas ambientales y sociales, una lección para la lucha contra el cambio climático. Después se han hecho correcciones que han mejorado estrategias y compromisos. La realidad es que se ha salvado la capa de ozono, tan importante para nuestra vida. De la destrucción de la capa de ozono ahora casi nadie habla, pero hace cuarenta años las perspectivas eran muy sombrías. Si no las recuerda, si quiere saber más, aquí tiene dónde mirar.