Han transcurrido ya 4 meses desde que el profesorado llevó a cabo las primeras estrategias evaluativas que le permitieron conocer los niveles de adquisición de los estándares de aprendizaje de sus alumnos. Era importante hacerla bien, porque alumbraría detalles para la adecuación del currículo a las peculiaridades de alumnado. En función de los resultados que se obtuvieron, y de un minucioso estudio de los informes personales que sus alumnos aportaron del curso anterior, se adaptaría una Programación Didáctica previamente esbozada.
El comienzo de un nuevo trimestre escolar es un buen momento para revisar en qué medida se van cumpliendo los objetivos marcados en la programación, por si hiciera falta recomponerla un poco o, por el contrario, se considera necesario alterar los ritmos de trabajo de clase para aproximarse a ella, pues se considera que sigue teniendo plena validez. Esta tarea se realiza a menudo, pero más bien de manera asistemática, sin que quede un registro escrito de los motivos que la provocan. Cabe la posibilidad de que se programasen medidas de apoyo para que el alumnado, una pequeña parte o la mayoría, se acercase a los niveles exigibles para transitar por el curso con garantías de hacerlo bien. Habrá que revisarlas.
Puede que los resultados de la evaluación del primer trimestre hayan sido favorables; satisfacción plena. Pero también es posible que muestren desfases entre intenciones y logros que haga falta subsanar. Esta información es valiosa para la fase de evaluación final. En más de una ocasión nos ha sucedido que se nos olvidaba comparar el punto de partida de una parte del alumnado con la meta de llegada en junio. En esas situaciones, valorábamos el trayecto recorrido, para resolver insatisfacciones propias y evitar disgustos a otros. Nos veíamos abocados a hacer un alarde de sentido común para adaptar las calificaciones de algunos alumnos, algo alejadas de los objetivos finalistas marcados en los desarrollos curriculares.
- Publicado en Heraldo escolar el 21 de enero de 2015, al poco de comenzar el segundo trimestre en las aulas.