La educación es un proyecto intemporal en un contexto social cada vez más complejo. Cada cual la va construyendo con velocidades e intensidades propias. En la mayor parte los países avanzados, crece y se desarrolla porque entre todos –sociedad en su conjunto y gobiernos sucesivos- la nutren con las estrategias de acompañamiento necesarias. Quienes la impulsan son las familias y los especialistas (pedagogos y técnicos, maestros y maestras) que se empeñan en diseñar futuros. En España es algo diferente; en cada uno de los siete planes de la democracia la definición educativa ha estado supeditada a intereses doctrinarios o políticos, lo que la ha conducido a una falta de relevancia considerable. A cada ley educativa impulsada por el gobierno de turno, los partidos contrarios la convierten en un campo de tiro político. Ninguna ley orgánica educativa se ha aprobado con los votos de la oposición. La víctima de todos esos conflictos es la calidad de la enseñanza y su disfrute por parte de todos los escolares de cualquier comunidad, que también ha politizado por su cuenta. De esto se queja hasta el director de Educación de la OCDE.
En estos momentos existe una Subcomisión en el Congreso de los Diputados que intenta llegar a acuerdos para un gran Pacto Educativo. Las noticias recogen que los diputados y diputadas hablan del modelo territorial, la equidad e inclusión educativa, la autonomía de los centros, el patrón deseado de docentes, la convivencia, la financiación, la evaluación y la laicidad. Dentro del marco común de la educación como servicio público, y de la natural libertad para ponerla es escena en las diferentes redes, es urgente una despolitización educativa, a no ser que la “Política” sea asegurar los necesarios recursos para que sea una educación universal, compensadora de desigualdades, creativa, consensuada, progresiva, duradera, adaptada a las necesidades de los escolares. El debate sosegado sobre estas cuestiones en los centros educativos también ayudaría a recentrar un posible, y deseado, pacto en Aragón.
- Publicado en Heraldo escolar, pág. 6, 7 de marzo de 2018.