Deberes de verano

Toca retomar aquellos trabajos o proyectos que el curso pasado dejó inconclusos. En junio se habló de los deberes escolares que mandan o recomiendan los profesores en los informes de notas finales a quienes tuvieron alguna dificultad de aprendizaje o para consolidar una parte de lo aprendido. Llevamos décadas preguntándonos si sirven o no para algo. Nos tememos que la mayoría no, incluso son tomados como un castigo de los profesores o una imposición de las familias que los chicos y chicas rellenan a regañadientes. Sin duda parece desaconsejable, nos atreveríamos a calificar de injusto, recomendar el mismo cuadernillo de verano para todos, como si los aprendizajes se pareciesen en algo. La repetición de ejercicios aburre y tiene escasa potencia educativa, las estrategias que se proponen suelen repetir casi siempre el formato de aquellas que impidieron “triunfar” a los estudiantes. Los deberes de este verano han podido tener una supervisión personalizada o no durante su realización. En septiembre, antes de que las nuevas tareas aprieten, es el momento de su lectura comentada por parte de quienes los impusieron, para detectar y explicar aciertos y errores.

El verano invita poco a la realización de trabajos escolares, aunque algunas familias los empleen para reducir el aburrimiento de sus hijos o evitar su distorsión. Seguramente hubiera ido mejor proponer otras tareas más sugerentes. Ya que si no se expone a que los alumnos no hayan renovado en su descanso las ganas de estudiar; sin deberes tampoco es seguro que lo hayan conseguido pero… El profesorado podría recomendar juegos educativos acordes a cada edad que existen en Internet, a los que se tiene acceso también en las bibliotecas, que admiten un mejor acompañamiento de las familias.

Quedaron pendientes también varios deberes en las agendas del profesorado y de la administración. En estos casos tienen otro carácter y funcionalidad, pero serán tan justos o no como aquellos que ponemos a los estudiantes. Aun así, que hayan salido bien. Entre todos los iremos corrigiendo.

  • Publicado en Heraldo escolar, pág. 6, 27 de septiembre de 2017.