Pasó el verano y el ciclo educativo se renueva. Parece que la vida es monótona porque repite periódicamente escenas individuales y colectivas. Los estudiantes recuperarán el ritmo de trabajo, unos con ganas y otros por obligación. Todos son conscientes de que vuelven a la nueva rutina: organizar el día de otra manera y adquirir nuevos compromisos. Se hace más llevadero si se reanudan las relaciones con los compañeros de clase, con quienes se compartieron en el pasado alegrías y temores; siempre unen si se administran bien. En las familias se suele sentir alivio en estas fechas, porque el ocio repetitivo de los chicos cansa y no se sabe o puede como gestionarlo, o hay que volver al trabajo; cuesta a todos dejar atrás el relajado verano. Pero compensa volver al colegio o al instituto pues se retoma una función básica del ser humano: educarse para superar retos que la vida pondrá por delante.
En tiempos, la vuelta al cole suponía estrenar un plumier; allí se guardaban los escasos útiles que conectaban el pensamiento con el cuaderno. Aquellos cofres de madera han sido sustituidos por plásticos estuches de colores para unos, con múltiples lápices, o tabletas llenas de programas para otros. Pocos de los nuevos útiles escolares tendrán la magia de aquellos plumieres –bella palabra francesa- que acompañaron a los abuelos de los estudiantes de hoy; tanto que parecían depósitos de sus esperanzas educativas. Hoy estas las explicita el profesorado en forma de programaciones; la administración elabora sus proyectos y establece sus planes. Es el momento de construir deseos para que el nuevo curso sea importante. Toca hablar, fomentar la participación y exponer ilusiones para que la educación sea un verdadero motor de cambio social, aminore desigualdades, lamine privilegios y atienda las verdaderas necesidades de cada caso. Durante el curso pasado se hicieron algunos rasguños en los plumieres, incluso permanecieron a veces cerrados; por eso apetece estrenar unos nuevos en donde quepan bien organizados todos los deseos educativos.