El bloc es el cofre donde se guardan los tesoros que la escuela escribe cada día. Hay muchos blocs. Unos los llevan los alumnos y las alumnas, otros los utiliza el profesorado para anotar cada día detalles sobre el pulso de sus clases. Hay quien los llama cuadernos y allí se ejecutan tareas y ejercicios varios.
Esta serie de artículos han aparecido en la memoria casi sin quererlo. Sin un orden riguroso fui tomando notas y guardándolas en una usada carpeta azul de cartón. Cuando la descubrí, entre otras muchas que revisé para desprenderme de algunas, se cayeron algunos papeles impresos y subrayados en parte. Me le imaginé, en una ilusión un poco pedante, como aquellos cartapacios que Miguel de Cervantes cuenta que compró en Toledo a un muchacho, vendedor ambulante de papeles, porque asomaban unas letras arábigas. Para su sorpresa, según la rápida traducción de un morisco que por allí pasaba, contenían unos papeles con la historia de Don Quijote de la Mancha. Dice que él solamente tuvo que copiarla. Un recurso estilístico sin duda. Bien conocemos todos los múltiples destellos de su ingenio. Por ello, estuve tentado de poner a esta pestaña «Cartapacio», porque me permitió dar rienda suelta al deseo de escribir sobre la escuela.
A mí me ha costado bastante más. Pero es, en cierta manera, uno tras otro de los artículos, componen al final una semblanza, siempre parcial e interesada, de las andanzas de la escuela en estos últimos años. A veces la han movido ilusiones, en otras desesperos. De todas situaciones se aprende.
