Los profesores hablan

Los centros escolares funcionan porque son impulsados desde dentro. Con más o menos acierto, logran convertirse en una confluencia de intereses que da un enfoque particular a las relaciones de grupo. Todas personas que se mueven por ellos cada día tienen importancia, pero destacan por su influencia determinante los profesores. Se comunican entre ellos cuestiones organizativas varias, se intercambian sus preocupaciones laborales, se comparten -en ocasiones y según con quién- situaciones personales, gratificantes unas veces y dolorosas otras, se encuentran para concertar actuaciones con algunos alumnos concretos; en fin, intercambian muchas palabras. Tanto es así que podríamos elaborar una especie de retrato, bien que con los contornos un poco difusos porque la homogeneidad es imposible, de los profesores y profesoras de colegios e institutos como gente bastante dialogante.

Sin embargo, pocas veces los profesores se juntan para exponer cuáles son sus ideales educativos, para compartir los que podíamos llamar su autorretrato profesional. Quizás no encuentren tiempo para tan importante tarea, porque también en la escuela lo urgente tapa lo importante. En ese cuadro aparecerían el pulso cotidiano en el desarrollo de su función, sus preocupaciones didácticas, las cosas que hacen bien, aquellas que querrían mejorar. Podrían hacerlo en una asamblea, tan familiarizados como están de promoverlas entre sus alumnos. Si el pudor pesa demasiado, podrían escribirlo -si se quiere de manera anónima- para ser leído colectivamente, para que otros profesores lo añadan el suyo, para compararlo, para aprender lo bueno y para aminorar lo malo. Esa autorrevelación compartida podría convertirse en la mejor manera de desarrollar confianza y cooperación en el centro, para resituar la tarea de profesores, para encontrar el hueco organizativo que permita la gran aventura de la escuela, que no es otra que caminar juntos en busca de un objetivo compartido: educar lo mejor posible cada día.

  • Apareció el 1 de octubre de 2014 en Heraldo escolar para animar al tan necesario diálogo entre el profesorado para embarcarse en la aventura de una nueva educación acorde con los tiempos.

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