El debate del debate

Al poner en marcha esta sección queríamos rescatar una práctica que siempre dinamiza cualquier proyecto social: la participación para el intercambio de ideas. La escuela que todos queremos necesita creer en sí misma y encontrar la dimensión de futuro adecuada. Con la participación, genuina en este caso porque sus actores son diversos, siempre se encuentran detalles, pequeños o grandes, que ajustan el enorme efecto benefactor que puede desempeñar.

En este cometido, el permanente debate es una de sus razones de ser, como en toda institución que busque el bien colectivo. Porque la función educadora debe ser en sí misma crítica. La sociedad cambia y hay que adaptar los mensajes y las formas a los nuevos tiempos. Los alumnos plantean demandas diferentes. Las modificaciones normativas surgen sin cesar. Por eso, los claustros de profesores, las reuniones de equipo o de departamento, las comisiones de coordinación pedagógica son escenarios hechos para debatir. Por supuesto que hay que hablar en ellos de la organización de los tiempos escolares pero sobre todo deberían emplearse en la búsqueda de los rasgos educativos que identifiquen a la institución. Por desgracia, la solución de las tareas urgentes hurta el tiempo de la reflexión pausada. Los contrastes de pareceres surgen más por cuestiones organizativas que por análisis de principios metodológicos, que son los que deberían marcar el trayecto de una escuela.

Para incentivar estas dinámicas hemos propuesto debatir sobre cuestiones diversas, que de una u otra forma afectan al sentido y al pulso escolar. Hemos suscitado temas de práctica escolar como las programaciones o el papel de las evaluaciones; cuestiones de organización como el uso de los recreos o los deberes escolares. Nos hemos preocupado de la motivación de los alumnos, de la diversidad, de la convivencia, etc. Por ahora, quienes se han sumado a este debate y han manifestado sus opiniones han sido pocos. Queremos más aportaciones. Por eso, lo dejamos empezado.

  • Publicado en 18 de junio de 2014. El cuadernillo de Heraldo escolar cerraba por vacaciones.

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