La ambición pedagógica sigue fluyendo en nuestras aulas. Aquel caudal que emergió con los Movimientos de Renovación Pedagógica todavía no se ha agotado. Nuevos deseos y prácticas creativas se van incorporando a la corriente transformadora, que ya entonces suponía a muchos enseñantes permanecer activos en la búsqueda de nuevos horizontes educativos, al margen de la doctrina oficial. Esas experiencias renovadoras no han desaparecido de nuestras aulas, si bien implicando a una pequeña parte del profesorado. Siempre han sido la corriente que mantiene viva la escuela. Ha combinado momentos de relativa calma con otros de efervescencia, al albur de alguna decisión de la administración o del empuje de otros sectores educativos. Los proyectos son procesos, algo así como ríos vivos, con suficiente caudal para impregnar las orillas y cercanías, abiertos para que les lleguen nuevos afluentes pedagógicos y expuestos a las pérdidas de caudal, pero siempre preocupados por hacer crecer la diversa vida educativa dentro y fuera de ellos.
En los años 80 y 90, participamos en convocatorias de innovación del CIDE. La aventura fue extraordinaria, la relación de proyectos de aquella época habla bien a las claras de que existía interés en la enseñanza obligatoria por innovar. Pero en algunos encuentros entre profesores ya nos hacíamos una pregunta cuya respuesta sigue pendiente: ¿Se puede innovar con una estructura educativa tan encorsetada? Si continúan la actual organización escolar, los rigurosos horarios de materia, las plantillas tan dirigidas en sus funciones, el horario del profesorado se limite a la atención directa al alumnado, el profesorado no mejore su formación, etc. En síntesis, mientras la administración educativa no contemple que la tarea de enseñar lleva pareja la de investigar para la innovación, y el necesario análisis y contraste de resultados, será complicado, o cosa de unos pocos. Porque, ya entonces nos dimos cuenta, de que innovar metodología es algo más que activar deseos de cambio. Es un proceso complejo.
* Publicado en Heraldo escolar el 14 de octubre de 2015.