La pesadumbre en la que viven los bosques del mundo es la metáfora de nuestra existencia. Nadie se hace cargo del largo plazo
La pesadumbre se apoya en el hecho de que el 50% de las selvas tropicales del planeta han sucumbido por la tala de árboles para exportar su madera o abrir claros para plantar soja o que paste el ganado. De lo que queda sin esquilmar, más de la mitad está muy degradado. La pesadumbre de nuestra existencia conjunta es que se sabe quienes son los responsables y las medidas para evitarlo según demuestra el Programa Global de la Cubierta Forestal (GCP).