Somos basura electrónica, engordando constantemente e incapaces de reciclarla
Decía un adagio muy empleado en otros tiempos que por sus (s)obras los conoceréis. La sociedad actual es “electrodependiente” y gestiona mal, fatal, aquello que la define en este campo. El robot que nos sustenta no tiene grabado en sus chips eso de reducir y recuperar para reciclar y darle un uso más eficiente; no entiende lo que significan las sobras. Quienes utilizamos la electrónica tampoco, según denuncian las agendas de la ONU: la basura electrónica (unos 50 millones de toneladas en todo el mundo) es la que más ha aumentado a escala mundial. Parece que solamente el 20% de este tipo de residuos se recicla, con las consiguientes pérdidas en calidad global del medio ambiente y recursos económicos; todo un derroche incomprensible, que según parece será creciente. ¿Cómo podemos seguir tan tranquilos ensuciando nuestra casa y tirando una parte importante de nuestra economía y recursos? Es hora de apostar por la economía circular electrónica. Por cierto, ¿Cómo lo hacen ustedes en su casa o en el trabajo?