No dejar a nadie sin agua para satisfacer sus necesidades básicas
Todos los años por estar fechas oímos burbujear al agua. Viene a decirnos que falta mucho para que sea un derecho humano, que compartirla es todavía una necesidad, que mientras unos la despilfarran otros 2.000 millones de personas ni la disfrutan para satisfacer las necesidades básicas. Pero el asunto va despacio, como nos recuerda este año UNESCO en su informe No dejar a nadie atrás. En él se habla del estado de los recursos hídricos del mundo, de los derechos humanos al agua y saneamiento en el horizonte 2030, de agua y ciudades o pobreza rural, y un poco de las dimensiones físicas y ambientales del agua. Por eso, el día de ayer debería servir también para recordar que el agua nos necesita a nosotros; lo claman los ríos y mares, hasta los lamentos del agua subterránea se escuchan en superficie. Hay que explorar la interacción agua y sociedad en todas sus dimensiones. Apunten unas cuantas razones. Estaríamos hablando de los ODS y de las Agendas 2030. Convertirlos en el eje de nuestras vidas es una necesidad; y el tiempo apremia.
P.D. : ¿Tendremos que cambiar el sistema de gestión del agua en España ante el cambio climático? No podemos seguir viviendo como si nada pasara.