La extracción y utilización del carbón tuvo, tiene, muchos lados oscuros que van más allá del mineral
El visionado del documental El lado oscuro del carbón de Greenpeace debería hacer reflexionar a la gente, en especial a aquellos que abogan por el mantenimiento de su uso para la generación masiva de energía eléctrica, incluidos gobernantes y ciudadanos, que argumentando la pérdida de empleos están dispuestos a quemar más y más carbón. El futuro saludable de nuestros hijos y nietos se construye en el presente; merece la pena encontrar vías alternativas a la quema de combustibles fósiles. Las hay al alcance de nuestra mano. Infórmese, posiciónese y convenza a quienes le rodean. Póngale fecha de caducidad al uso del carbón, a la generación de energía a partir de su combustión. En otros países ya lo han hecho.
El lado oscuro del carbón se presenta de muchas formas, la principal su incidencia en la salud colectiva. Los trabajadores de las minas y centrales deben entenderlo; lo harán más rápido si se les facilitan empleos alternativos. Todos los gobiernos, estatal y autonómicos, deben implicarse en la resolución de este asunto.