Las olas de calor no entienden de vacaciones; van a su marcha, cada vez más atropelladas
Ahora mismo las sufren escolares de una parte de Europa, en este septiembre desmelenado en cuanto a sus ritmos climáticos y variables meteorológicas.
ECOESCUELA ABIERTA de El Diario de la Educación
El escritor y periodista Ramón Gómez de la Serna, pintó la vida de ocurrencias –greguerías las llamaba él–. En realidad, la vida es así: plena de idas y venidas de cosas que no entendemos aunque nos sucedan una y otra vez, ideas sobre la naturaleza y las personas que cambian con el tiempo, días fríos seguidos de calores y viceversa, jornadas de trabajo escolar seguidas de vacaciones. Las vacaciones se asocian al calor; que algunos lo sobrellevan con aparatos refrigeradores de aire o con simples ventiladores. Gómez de la Serna decía que el ventilador afeita al calor. Puede que sí, pero la cosa no funciona a escala global porque al calor se le han revuelto los pelos de la barba.
La temperatura global se ha desmelenado y las olas de calor no entienden de vacaciones; nos visitan todo el año. El pasado mayo leímos los resultados de una investigación de la NOA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE UU) que decía que desde 1977 hasta ahora todos los meses han sido más cálidos que la media del siglo XX salvo uno, diciembre de 1984. Los mayores aumentos de promedio se dieron en el sur de Sudamérica, Europa central, el este de Rusia y Australia donde las temperaturas fueron tres grados más altas que el promedio.
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