Salud infantil en riesgo permanente es igual a futuro comprometido
Aseguran quienes piensan que cuidar la infancia de una sociedad la engrandece. La historia nos ha dado muchos ejemplos pero nos quedamos con tres estrategias sociales determinantes para la infancia: educación, protección y salud. Sobre este querríamos llamar la atención de ciudadanos y autoridades. Mira que los estudios dicen una y otra vez que poner el empeño en conseguir ambas es un seguro de futuro, al menos de que sea más llevadero; pero ni aún así. Lo afirmamos taxativamente: La contaminación de las ciudades es la plaga del siglo XXI. Se sabe con certeza que sus efectos no son esporádicos; se acumulan con el tiempo. Los niños de hoy serán unos adultos con muchos registros negros en su vida. En la prevención de la salud infantil están implícitas las tres funciones sociales antes aludidas, que interaccionan y se hacen cíclicas: hemos de protegerla, debemos educarnos para llevar una vida más saludable y ambas nos llevan a una mejor protección de la infancia, que crece más sana y educada. El proyecto INMA, en el que han participado más de 70 científicos, ha concluido que la contaminación es el principal riesgo para la salud infantil, pues tiene influencia desde el desarrollo del feto. Se acumula en su vida diaria. El Ministerio de Sanidad y los Departamentos siguen mudos, a pesar de que los últimos datos de la OMS sobre la relación entre contaminación y muertes de niños y niñas son escalofriantes. Echen un vistazo a las infografías que se muestran en esta página y difúndanlas. ¿A qué esperan para intervenir de verdad?