Je suis le Soudan, le Congo, le Nigeria, la Syrie. Je voudrais même en être plus.
El dolor no discrimina razas, religiones, países ni continentes. Las personas que lo sufren son una activo social que se pierde. Un momento de aflicción para los damnificados en los desgraciados sucesos de París. Un recuerdo permanente para los olvidados, entre ellos muchas mujeres y niños, de África. Aprovechemos este suceso trágico para encaminar nuestras miradas hacia el Sur. Impliquémonos en la mejora del presente de los que sufren en África, imaginemos con ellos un futuro diferente, mucho mejor. Demandemos a nuestros gobiernos políticas activas para conseguir una ética planetaria.