Inmigrantes emigrados, aislados en cuadrículas verbales de soliloquios escritos con tinta de un color indeterminado, pero claramente evanescente
Salieron para llegar. Llegan y nadie los quiere. No saben donde se encuentran aunque tengan mapas y gps. Se miran desconsolados, chillan la verdad pero nadie la escucha, o la entiende. Otros entraron a tiempo, o los destiempos políticos les abrieron las puertas, ahora han llegado los lamentos a Baviera. Los que arriban estos días son encajonados en tierras de frontera física y combate ideológico, como si se mantuviesen en cuadrículas de estabulación. Los políticos dicen mucho aunque no hablen. Cuando soliloquian ya nadie los cree, o las conciencias se sienten agarrotadas y no pueden decir ¡Basta! Desaparecieron de las portadas de los periódicos; son evanescentes. Pero quien tenga interés se puede enterar, Cruz Roja lo ha dejado escrito.