¿Salvar al Planeta? No, salvarnos nosotros y todas las criaturas
Hay una frase que se escucha a menudo hasta en la publicidad de los coches o en la propaganda de las energéticas: debemos salvar al Planeta. Quien la pronuncia de manera bienintencionada puede que piense en un ente vivo que ha entrado en la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) porque sus constantes vitales están muy deterioradas. El sistema Planeta es una conjunción de partes físicas (geológicas, hidrológicas, climáticas, etc.) que conviven en interacción permanente con los seres vivos, entre ellos las personas. Intuyo que será por eso que se acuñó la frase que liga todo: las personas somos las mayores causantes de que la Tierra esté en peligro y, por tanto, debemos salvarla, o al menos ir actuando, para que sus males mejoren y pueda salir de la UCI.
Sepamos que, de por sí, el Planeta «vive» desde hace miles de millones de años en una entropía permanente. Pero ahora ha entrado en una incógnita fase: el Antropoceno.
Sabemos que si hay mejoras en sus variables vitales, la «salvación no ocurrirá solamente con desearla», no acabaremos la faena pasados unos días, ni varios años. Pero debemos actuar ya, como si el fin del Planeta como lo conocemos tuviese escrita su fecha de caducidad. Circunstancia que ya acontece en algunos sitios engullidos por la subida de los mares, en lugares en donde la contaminación es el gotero químico que mata, en países en los cuales la sequía está borrando casi su nombre. Otros a los que se les podía llamar Sáhara (desierto en árabe). Hay lugares en donde los ríos han dejado de ser corrientes de agua (el río Negro en la Amazonía), y un etcétera enorme.
El Periódico traía una infografía muy trabajada para explicar, sintetizando mucho, lo que hay detrás de su «Misión: Salvar al Planeta«. Se merece una visita pausada. Después seguro que mueve la corriente salvadora de todas las criaturas. Ojalá podamos celebrar ese día en el que se le dé el alta hospitalaria al Planeta y la biodiversidad que sostiene.
El País recoge los resultados de una reunión internacional (Tiempo de crisis, tiempo de cambios) en un artículo con buenas dosis de esperanza si alguien quiere movilizarse: Por fin sabemos cómo salvar al Planeta, pero hay que tomar partido.
¡Basta ya de escondernos detrás de la inconsciencia o de la incredulidad!