Chuflas al medioambiente, que somos todos
Océanos de plástico que nos rodean y apenas preocupan, es como si quisiésemos burlarnos de los peces y otras criaturas marinas. Luego no importa que los microplásticos vengan envueltos en el pescado que nos comemos. A veces los países ricos somos «cuidadosos» y los enviamos a varios países pobres como si fuera una ayuda al desarrollo para dar trabajo a unas gentes que enferman en sus montañas de plástico, en sus ríos contaminados hasta más no poder.
Calores odiados que nos achicharran porque el medioambiente global, que no tiene fronteras, se desajustó por unos llamados gases de efecto invernadero. Calores ninguneados por los negacionistas y retardistas que desdicen con sus argumentos pueriles lo que la ciencia lleva tantos años demostrando. ¡Vaya cuchufleta más estúpida!
Otra que va. Desde la guerra de Ucrania los subsidios a los combustibles fósiles -esos que dicen que consumidos son unos de los principales impulsores del cambio climático- no hacen sino aumentar, superando el billón de dólares, lo que supone el doble del año anterior. No es chufla mía; lo dice la Agencia Internacional de la Energía (IEA). La contaminación del aire urbano que tanto quebraba la salud ciudadana pasará al olvido porque la Cumbre el Clima próxima, a instancias de la presidenta de Madrid, va a proponer el «Madrid model»: macetas en los balcones -al menos 6 por familia- para la absorción del dióxido de carbono. Se multará a las viviendas que no las tengan y se gratificará a las que sí. Así se podrán eliminar las zonas restringidas al tráfico urbano, que tanto daño hacen al mundo comercial. Otro notición: se instalarán maceteros biodegradables con plantas ad hoc en todos los edificios gubernamentales de la UE. El modelo zaragozano, poner pérgolas con plantas de plástico, solamente ha sido aplaudido por quienes están por reciclar ese material.
Rechufla esquiable la de la Diputación Provincial de Huesca y del Gobierno de Aragón. Pretendían invadir con pilonas y más cosas uno de los pocos espacios casi vírgenes -ejemplo de valle en U glaciar- que quedan en los Pirineos. Para más cuchufleta quería hacerlo con los dineros verdes de la UE. ¡Menos mal que han dado marcha atrás!, por ahora. Sin duda debido a la gran chiflada de gente de ciencia, de los habitantes del territorio, de la ciudadanía aragonesa, de algún soplo de la UE, de las plataformas varias de la defensa de la montaña. Esperemos al resultado de las elecciones pues el PP ya nos ha anunciado su «requetechufla esquiadora» si gana.
!Qué el Parque Nacional de Doñana está casi seco! No pasa nada. Se hacen muchos más pozos y se seca del todo. Así no correrá peligro esa macro urbanización que el Gobierno andaluz quiere aprobar en terreno inundable. De paso habrá más hectáreas para cultivar. Por el agua no hay problema. La llevarán desde el sistema Tinto-Odiel-Piedras y así llegará entintada -dicen que con tóxicos- para darles color a las fresas. Lo que venga después, ¡vete a saber! Por si acaso, las comparsas del Carnaval de Cádiz ya han tomado nota.
Las gentes de SEO-Bird Life dicen que nos quedamos sin pájaros: el 37% de las especies que reproducen en España están sufriendo reducciones en su población. No hay problema; también reciclaremos el plástico coloreado y pondremos al menos seis gorriones en todos los cruces de caminos de la España transferida al olvido que somos. Además de seis golondrinas en periodo primaveral y veraniego, que el resto del año quedaría feo y no pintan nada. Cuervos dicen que no, por la infundada manía que les tiene la gente, que hasta los convirtió en insulto.
Pero para chufla descomunal la de un cartel electoral para las autonómicas en Murcia que, más o menos, dice: para salvar el Mar Menor vota al PP. Será que se han puesto como penitencia resucitar aquello que dejaron morir a base de echarle vertidos tóxicos.
¡Qué los ríos no llevan agua! No hay problema. Construiremos enormes pantanos exprés muy grandes que almacenarán agua de mar desalada. Pero solo para la España costera, que es donde vive mucha gente. La del resto, poca y muy dispersa, que se las arregle como pueda; siempre lo han hecho en la España desauciada. Como compensación se pedirá la declaración del agua como patrimonio inmaterial. Al menos hasta que los dioses se amparen y dejen de hacernos cuchufletas.
Además España no debe preocuparse por la energía consumida en departamentos estancos: díganse domicilios, alumbrado de ciudades, consumos de empresas, etc. Se instalarán molinos de los enormes (unos 300 metros) en cada plaza del pueblo. Las iglesias tendrán en los tejados placas fotovoltáicas, como los campos de fútbol donde se celebran competiciones internacionales. Así seremos la envidia del mundo entero; a quijotes molineros no nos gana nadie. Se me olvidaba, las placas solares también cubrirán los secos embalses, para evitar la evaporación por los calores que dicen nos esperan. Lo de la energía de movilidad todavía no lo han resuelto pero pronto llegará. Están a la espera del llamado hidrógeno verde, ¡qué está más verde..!
Y tanto hablar del medioambiente nos habíamos olvidado de todos nosotros, de usted. ¿Cómo se calificaría: colapsista, negacionista u optimista, o directamente creyente. ¿Del medioambiente o de las personas?, y esto no va de chufla. Por cierto, el disfrute de un medioambiente lo más saludable posible sirve a todos pero a nadie pertenece. ¡Qué pena que no lo expresara una mente lúcida! ¿O lo dijo Rachel Carson, en La primavera silenciosa?
P.D.: Decimos todo esto con tiempo, dos semanas, para preparar los cohetes del Día del Medio Ambiente, el 5 de junio en los países ricos, y los cañones de luz verde que coloreen los edificios oficiales de toda España urbanita.