No desperdiciar comida alimenta a los ODS

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No solo a esos objetivos que quieren ser el principio y fin de la transición global, sino que sirve a un conjunto ideológico trazado con interacciones de  muchos tipos que se llama ciudadanía global. Detrás de unas simples siglas está un estilo de convivencia y sentido de pertenencia a un grupo multiétnico, sin estamentos estancos. Claro que visto así parece una utopía pero tomémosla como el punto final de un proceso, que sin duda se verá sometido a continuos vaivenes. En realidad, la vida nos hace a veces infelices, por acción u omisión. Pero ahí reside la esperanza, en tramitar ambas estrategias con una comedida estampa vista en el espejo del futuro.

La sugerencia del chispazo de hoy ha sido la lectura de un artículo Todo lo que falta por hacer para frenar el “trágico” desperdicio de comida. En esta entrada recogemos parte de lo publicado en El Diario.es pero el asunto se ha tratado muchas veces y no avanza. Por eso lo traemos aquí. Una ley estatal, no nacida y sometida a presiones e incertidumbres, parece que regalará el supermercado alimentario, con evidentes grietas en la cadena de valor social. Pero el artículo destaca iniciativas ya en marcha. Tirar en casa un poco de comida no debe angustiarnos pero que hagan los mismo miles de millones de personas sí que es una tragedia. Por tres motivos fundamentales: unos tiran lo que otros necesitarían para alimentarse, unos tiran lo que ha costado mucha agua y energías para producirse, unos tiran y aumentan los residuos generados a los cuales hay que recoger y tratar, lo cual supone enormes gastos de energía.

El tema ya lo hemos abordado en este blog pero hemos de seguir hablando de algo que se está generando cada día de nuestra vida, es algo así como el diario del consumo individual. Hay quienes afirman que en todo el mundo se puede llegar a desperdiciar casi un tercio de los alimentos que se produce. Otros dicen que puede ser mayor. Dice el Ministerio de Agricultura de España que se tiran a la basura alrededor de 7,7 millones de toneladas de alimentos al año, en los últimos años ha descendido un poco; claro que todo ha sido por la COVID. Aquí un enlace a cantidad de números por año. Por eso ha puesto en marcha la campaña Aquí no se tira nada. Alimentos con siete vidas, en la cual diversas personas relacionadas con el mundo de la restauración dan contenido a los muchos fundamentos en que se basa. Merece la pena ver el documento en Youtube.

En fin, que debemos dar la bienvenida tanto a proyectos más locales como Alimenta ODS de Enraiza Derechos y Ecodes, o Red Alimenta. Tampoco estaría de más pasarse por AECOC (Asociación de Fabricantes y Distribuidores) y ver de qué va su campaña La Alimentación no tiene desperdicio”.  En fin, que si queremos llegar a las metas de los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) hay que nutrirlos mejor. Se nos olvidaba: los niños, niñas y adolescentes entran en este propósito. Se educan también viendo y haciendo.

Y me pregunto: ¿Si tantas voces manifiestan lo mismo, por qué no logramos adherirnos a sus propósitos? Podría ser un consejo de endocrinología mental, si existiese ese nodo vital.

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