Hemos retorcido los ciclos del agua y así nos va (irá) la sostenibilidad global
Mira que lo hemos visto veces dibujado en nuestros libros de texto, en páginas divulgativas de la naturaleza. Nos enseñaban de forma sencilla una compleja interacción física, química, global, geográfica, ambiental y muchas más cosas. Aun así siempre hubo gente que tenía sus sospechas y con razón: no es sencillo poner en plano una concatenación tridimensional. Lo sabemos quienes no nos creemos los mapas mundiales que sobredimensionan el hemisferio norte, el que nosotros miramos de frente, y minusvaloran la representación del hemisferio sur: allá donde habitan las gentes que “caminan de cocota” como me describió con extrañeza una alumna aventajada en el cuestionamiento de lo (im)posible que pudiera decir su profe.
El ciclo del agua es multidimensional, pluriespacial, interconectado con el suelo (con toda la biodiversidad incluida y un subsuelo extraordinariamente complejo) y el aire (multicapa y multi masas, además de cambiante en su composición y batido por corrientes fruto de las presiones). Además no es uno sino muchos. Por otra parte las precipitaciones no tienen distribución territorial equitativa, ni caen allá donde se ha producido la evapotranspiración mayoritaria. Vaya lío, y sin embargo se simplificaba en una imagen sencilla que he visto, y criticado por cierto, hasta en los libros de 1º de primaria, con toda la abstracción que eso lleva consigo. Y para más torpeza decían casi lo mismo que los de Secundaria. Así, chicas y chicos aborrecían de por vida el ciclo de agua.
Será complicado entender, en base a esas ideas previas tan resistentes, que el ciclo multivariable actual no se parece demasiado al de los dibujos. He buceado en la Informe 2022 Summary Report de Global Water Monitor. Allí me he enterado de que el Pacífico ha estado revuelto con sus aguas más cálidas en occidente y más frías en oriente, chocándose con agua más cálida en el Índico Oriental y septentrional, y más fría en el oeste. ¿Qué tendrá que ver esto con mi pueblo? Al menos se sabe con certeza que aquella ola de calor del sur de Asia de primeros de año fue seguida de unos monzones con lluvias inusualmente altas que causaron inundaciones y deslizamientos de tierra en Pakistán, Afganistán, India, Tailandia, Camboya, Australia y otros países.
De nosotros también habla y dice que “en Europa occidental y gran parte de China, las olas de calor y la sequía marcaron el verano de 2022, y los ríos y lagos se redujeron a su mínima expresión antes de volver a condiciones un poco más normales más adelante en el año”. Se puede acceder también a un rincón acuático mundial por esta entrada y seleccionar un lanzador de datos chulísimo: precipitaciones por meses, temperaturas y humedades, agua del suelo, etc. Por cierto, no nos resistimos a copiar algo de lo que dice: un aspecto del ciclo del agua no muestra la imagen completa. Usamos datos sobre precipitación, temperatura y humedad del aire, agua del suelo, flujos de ríos y volúmenes de lagos para comprender el cambio.
Ahí estamos, sin mover políticas globales que anticipen algo lo que puede pasar con bastantes probabilidades. Como si entender el clima fuese una entelequia, ¿lo es? Si alguien quiere saber algo más de esto del ciclo de agua y sus repercusiones puede entrar en Informe Mundial de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos 2022 de UN Water publicado con ocasión del pasado Día Mundial del Agua. Tiene el resumen ejecutivo, la parte de hechos y cifras y un audio en español.
Parece que es cierto aquello que defendía Jacques Y. Cousteau de que somos tan soberbios (esto es opinión mía pues él decía olvidamos) que el ciclo del agua y el ciclo de la vida son uno mismo. Por mi parte añadiría que esto último debería ir en plural. Globalmente, ahora y después, también lo añado yo, en vidas muy diferentes según países, demasiado retorcidas para entenderlo en conjunto. Para colmo, los libros de texto seguirán mostrando la “sencillez” del ciclo de agua. Me gustaría ver cómo lo señalan los libros escolares, si los tienen, del África sahariana y sus aledaños. Otra cosa más: ¿por qué los ciclos del agua maldicen siempre a los mismos?
2 pensamientos sobre “Hemos retorcido los ciclos del agua y así nos va (irá) la sostenibilidad global”
Deja una respuesta
16/01/2023 at 08:39
¡Cuanta razón tienes! Yo siempre he intentado explicar a mi alumnado que el agua que se evapora no se pierde pero que no se sabe donde caerá y que lo más seguro es que caiga allí donde no es necesaria y que por eso hay que cuidar del agua. Gracias como siempre por situar la la naturaleza donde se merece.
16/01/2023 at 09:17
Gracias a ti, por hacer de la duda un motor de cambio, por cuestionar la epistemología inamovible, por generar espacios abiertos de construcción crítica del pensamiento. Un abrazo.