Un impulso de la UE a la lucha contra la deforestación global pero aún así…

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Llega muy oportuno el acuerdo entre el Parlamento Europeo y el Consejo sobre cadenas de suministro libres de deforestación. Justo antes del comienzo de la histórica Conferencia sobre Biodiversidad (COP15) que se propone definir los objetivos de protección de la naturaleza en las próximas décadas. Se sabe con certeza que la UE es una de las más importantes economías mundiales y a la vez gran consumidora de los productos básicos forestales. Si se cumplen los mandatos del Parlamento y del Consejo no solo se ayudará a reducir de una forma significativa la deforestación y la degradación forestal a nivel mundial, algo sumamente importante. Sino que además reducirán las emisiones de gases de efecto invernadero, al favorecer la captura del dióxido de carbono troposférico y aumentará las posibilidades de que una parte significativa de la biodiversidad se mantenga.

Al entrar en vigor las nuevas normas, todas las empresas implicadas en comercio de materiales pertinentes deberán llevar a cabo una estricta diligencia tanto si colocan en el mercado de la UE como si exportan productos tan comerciales como aceite de palma, ganado, soja, café, cacao, madera y caucho, así como productos derivados como carne de res, muebles o chocolate). La primera lista de estos productos básicos, que será revisada, se ha elaborado tras una evaluación de impacto exhaustiva que los identifica como el principal impulsor de la deforestación debido a la expansión agrícola.

Las empresas del sector estará obligadas a redactar diligencias demostrables de que los productos están libres de deforestación (producidos en tierras que no fueron deforestadas después del 31 de diciembre de 2020) y legales (cumplen con todas las leyes pertinentes aplicables vigentes en el país de producción). Además deberán recopilar información geográfica precisa sobre las tierras donde se han cultivado los productos básicos que obtienen, de modo que se pueda verificar el cumplimiento de estos requisitos. Si no es así, los Estados miembros sancionarán los posibles incumplimientos de las normas.

Pero aún hay más. La UE intensificará a escala internacional su compromiso. Lo mismo bilateralmente con los países productores y consumidores como con sus políticas activas en los foros multilaterales relevantes, para garantizar que la nueva ley se implemente de manera efectiva y también ayudar a los países productores cuando sea necesario. Se quiere asegurar los medios de vida de millones de personas, incluidos los pueblos indígenas y las comunidades locales de todo el mundo, que dependen en gran medida de los ecosistemas forestales.

Aún resuena, y quedan tareas pendientes, aquella acción global «Salvemos los bosques primarios» que Greenpeace lanzó hace algunos años, más o menos hacia 2004 y siguientes. De la cual tuvimos el honor de redactar el material «Escuelas amigas de los bosques» con el que se compuso «Un paseo didáctico por los bosques primarios«. Queríamos sensibilizar a los estudiantes, a los jóvenes, porque los bosques actuales los debemos guardar para ellos. Ojalá nuestros deseos y los nuevos reglamentos de la UE se materialicen en un aumento global de los bosques y su biodiversidad. Seguiremos luchando por conseguirlo.  

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