«Climate Trace» avisa: vaya trazas de abordar el cambio climático.

Publicado el

Esto de las emisiones que nos envenenan el aire, y nos lo aumentan de temperatura, es un cuento de nunca acabar. Cada día surge algo nuevo que se amontona con lo anterior y deja sus trazas en la troposfera y más allá. En la baja troposfera estamos nosotros, que no nos libramos de los vaivenes de la alta, media o baja capa que cambia en su composición. Aunque sea en pequeños porcentajes variables, las nuevas emisiones son dañinas para el conjunto dinámico (lluvias desbocadas y sequías aniquiladoras, y por los efectos en la salud de las personas y de la biodiversidad.

Cansa hablar de lecciones repetidas, pero es necesario, bien sea porque somos oyentes no practicantes o porque nos importa un carajo un peligro que ahora no queremos ver. Esto ocurre aunque la ciencia diga que ciertos consumos de combustibles empuercan la troposfera; este año ha sido de récords. No hay quien entienda la trazabilidad de la vida en común. 

Conviene darse un pase por Climate Trace, más o menos la traza climática, para enterarnos de que la vida actual muestra trazas de peligros y exhibe grandes incertidumbres. Pero sin embargo mucha gente tiene unas trazas de vivir que parece que le importa un comino la calidad del aire que se respira y las posibles repercusiones en generaciones futuras. En la página que comentamos se puede acceder a un seguimiento independiente de emisiones de efecto invernadero, descargar datos de emisiones por sectores y países, comparar quienes van de cara o de reculas, de las más de 70.000 fuentes calificadas de altas emisoras de GEI, pueden acceder a un boletín de seguimiento del clima, etc. Y si se quiere le mandan a uno todas las novedades del seguimiento.

No olvidemos que el cambio climático está detrás de muchas incertidumbres, es el generador de buena parte de las distorsiones vitales.

ALERTA: La Comisión Europea quiere abrir ventanas de anti contaminación en forma de renovables en las zonas de protección ambiental con la excusa de la carestía del gas. Seguiremos la noticia porque no son trazas de hacer y deja demasiadas trazas de pensar. Mal ejemplo para la ciudadanía silenciosa, que tarda en percibir que las trazas de vida nunca siguen una línea recta, la distancia más corta entre deseos y realidades.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Ecos de Celtiberia