La letanía de los crédulos climáticos; apenas practicantes

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Debo reconocer que me quedé sorprendido con los resultados de la encuesta realizada por Simple Lógica para elDiario.es. Los analistas encuentran en ella que «casi el 70% de la población respalda medidas como regular o limitar el consumo de energía, restringir el uso del coches en las ciudades o aumentar los impuestos a las actividades más contaminantes». Además, una gran mayoría de los españoles y españolas, el 83%, cree (no se dice que piense a carta cabal), «que el cambio climático es una amenaza que hay que combatir con urgencia».

Debo reconocer que me ha sorprendido que los votantes de casi todos los partidos, excepción hecha de los del NO a todo, no se diferencian en exceso en sus creencias (re)climatizadoras. Porque claro, asombra esa casi unanimidad al valorar la existencia del cambio climático, la necesidad de actuar para aminorarlo y la urgencia en ponerse manos a la obra. Es más, hasta se cree en la medidas de ahorro de diverso tipo (coercitivas por parte de las administraciones), para combatir la emergencia climática en la que nos encontramos. La cosa es que los resultados van en consonancia con los de aquella encuesta que hace un poco más de un par de años hizo Sigma Dos para El Mundo.

La ficha técnica del muestreo me hace ser precavido, sin dudar para nada de la idoneidad de la empresa que hace la encuesta. Claro que por lo que veo afecta a la sustancia de lo aprobado por el Gobierno el 1 de agosto para hacer frente a la crisis climática. No sé si se alude a la implicación personal en apoyo a las medidas que marcaba el Gobierno. Si así fuese, o si no, los dirigentes de los partidos en la contienda negacionista de todo lo que propone el Gobierno, fundamentalmente el PP y el otro, deberían reunirse con sus votantes (que no sé si solo creen y además piensan y actúan). Por si fuese el caso, cambiar de estrategia.

Debo reconocer que no tengo idea precisa de la percepción ciudadana real del cambio climático, a pesar de la cantidad de artículos e informes que he leído y comentado, algunos en este blog. Me lo confirmó «El día sin coches» último, que en una observación parcial en un nudo viario conflictivo normalmente de la ciudad donde vivo, sin valor estadístico, no noté en absoluto. Es más, según decían las televisiones el día se celebró con muchos coches y la mayor parte ocupados por una sola persona. Seguramente pertenezco al grupo de NS/NC, que en todos los casos es considerable. Ya me lo adelantó Sócrates hace unos 2.400 años.

Por eso lo del título: una letanía con escasos practicantes, un atrevimiento personal sin duda, a la vista de los resultados de un simple observador; y de la reposada lectura de los datos de los consumos del combustible y en general la energía. Por eso no me cuesta afirmar que el asunto de la crisis climática y su enfoque es aquí, en España, un drama político y social, con un amplio elenco de personajes. 

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