Después de cada guerra toca remover escombros y retoñar esperanzas
La invasión rusa de Ucrania nos dejará ruinas emocionales y materiales. En esta ocasión no es nada creativo el chispazo. Es simplemente, o nada más que, un poema de Wislawa Szymborska, la polaca Premio Nobel de Literatura 1996, que bien sabía lo que supone una invasión rusa. Podemos leerla en versión marzo de 2022. Después respondernos a muchas incógnitas que plantea.
Cuando dice alguien se refiere también a nosotros, que debemos ser parte comprometida en cuidar la heridas y en fomentar la cultura activa de la paz.
Vivimos tiempos difíciles, plenos de incertidumbres, en los cuales la guerra se parece a un volcán. Va dando señales de actividad interna -acusaciones de unos y otros- hasta que explosiona en forma de enormes bombas que llegan más cerca o más lejos, cenizas y escorias y más desastres que todo lo cubren.
Toca despertar de la indiferencia, volver a repasar las lecciones de causas y consecuencias de los silencios, de aquellas señales de actividad que lo propiciaron. Después ser parte de algún alguien.
Después de cada guerra alguien tiene que limpiar. No se van a ordenar solas las cosas, digo yo. Alguien debe echar los escombros Alguien debe meterse Alguien tiene que arrastrar una viga Eso de fotogénico tiene poco A reconstruir puentes Alguien con la escoba en las manos Todavía habrá quien a veces Aquellos que sabían En la hierba que cubra |
2 pensamientos sobre “Después de cada guerra toca remover escombros y retoñar esperanzas”
Responder a Toñi Morcillo Cancelar respuesta
14/03/2022 at 10:42
Con tu permiso, lo comparto en RRSS.
14/03/2022 at 20:02
Por supuesto.Gracias