«Helibike» en la montaña y otras ligerezas deportivas
La práctica deportiva es una medida saludable como pocas. Pero realizarla en cualquier lugar tiene sus conques. En particular para el enclave donde se lleva a cabo. La gente del Pirineo aragonés está muy airada por la maniobra «deportiva» que supone subir a gente a bordo de un helicóptero a un pico para que desde allí se lance cuesta abajo en bicicleta. Imaginamos que las personas que se deslizan a toda marcha verán satisfecho un reto determinado. Eso defienden las empresas que publicitan estos cuestionados viajes. Existe el precedente de aquel «descenso brutal» que realizaba el conductor de un programa televisivo por Benasque. Dicen que contaba con permisos del Gobierno de Aragón.
El respeto a la naturaleza y sus biodiversos habitantes debe primar antes que la descarga de adrenalina en los enclaves singulares. Durante este verano, la gente se ha lanzado a tropel por ciertos lugares de los Pirineos que gozan de fama por su riqueza natural. Casi se formaban colas como aquellas del Everest. Las afecciones que provocan en los enclaves pesan más que el posible beneficio para la salud humana. Por supuesto que la naturaleza está para disfrutarla, pero con algunas prevenciones. De hecho, una parte de quienes van por allí a expansionarse o superar un reto personal lo hacen sin el equipamiento adecuado, incluso por el glaciar del Aneto. Aumentan año tras año los rescates de la Guardia Civil de Montaña en toda España.
Para nada es una veleidad deportiva transitar por las redes de senderos que existen en todas las comunidades. Permiten una captura emocional sosegada de la naturaleza y sus habitantes. Hoy se puede obtener suficiente información en Internet sobre ellas. Si vienen a Aragón dense una vuelta antes por «Chino Chano«. Allí encontrarán explicadas de forma amena rutas para todas las edades, gustos y necesidades. Esto sí que es deporte saludable sin prisas. Un reconocimiento desde aquí a sus responsables y al guía senderista. Somos conocedores de que hay otros canales, televisivos o no, que enseñan recorridos pausados en otras comunidades autónomas y en Europa.
Al paso que vamos, nada quedará en paz con eso del deporte extremo, tan de moda últimamente. Nos nos extrañaría que se programasen carreras de drones que surcasen todos los picos famosos del mundo (o lagos, o cuevas, o lo que sea) para poner un banderita. Por cierto, las autoridades que deben regular toda la expansión lúdica en la naturaleza, sea deportiva o no, han de estar atentas.
Sí al derecho a la práctica deportiva en la naturaleza, pero según y cómo.
Un comentario sobre “«Helibike» en la montaña y otras ligerezas deportivas”
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09/09/2021 at 09:57
Cada vez venimos más gente al Pirineo. Todos buscamos la tranquilidad, el disfrute de la Naturaleza y del paisaje. Los que busca descensos de 2000 metros en estas montañas para bajar a toda ostia son una minoría que vienen a otra cosa. Son ellos los que deben cumplir con las normas y adaptarse, no nosotros.