La pobreza energética es una mueca para demostrarnos a las claras la inconsistencia de nuestra civilización.
La semana en la que nos encontramos, dedicada en Europa a la Pobreza energética, sirve para poco o para mucho, según se mire. Pasará, y apenas dejará una pequeña luz de las muchas pobrezas que las personas sufren; quizás se extinga demasiado pronto. Pasará, y es posible que además quede el recuerdo de una esperanza de algunos que luchan para hacer visibles los despistes humanos y alzar la voz contra los depredadores económicos. Si quiere estar más al día aproveche el material elaborado por el CDAMA.