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La infancia invisibilizada en la maraña climática. Y ahora en Gaza.
A modo de flash tras la publicación reciente de Unicef del informe Niños y niñas desplazados tras el cambio climático. Prepararse para un futuro que ya está aquí:
- Entre 2016 y 2021, el IDMC registró casi 135 millones de desplazamientos internos relacionados con más de 8.000 fenómenos meteorológicos. En su mayor parte, estos datos no tenían en cuenta a la población infantilmás de 8.000 fenómenos meteorológicos.
- La Base Mundial de Datos de Desplazados Internos presenta unas cifras de desplazamiento infantil estimadas en función del lugar donde se producen los desastres (base de datos del IDMC) y la correspondiente proporción de niños y niñas en la población de ese lugar (WorldPop). Los totales pueden no coincidir exactamente con la suma de los valores mostrados debido al redondeo. 134 millones de desplazamiento internos ocasionarían 43,1 millones de desplazamientos de niños y niñas.
- Los desplazamientos debidos a inundaciones pueden haber alcanzado a 19,7 millones. Los 10 países con más desplazamientos infantiles provocados por inundaciones en relación con la población infantil (2016-2021) han sido: Sudán, Sudán del Sur, Níger, República Centroafricana, Somalia, Sri Lanka, Myanmar, Nepal y Filipinas.
- Los desplazamientos por tormentas durante el mismo periodo alcanzan los 21,2 millones. Los países más castigados han sido, en números totales: Filipinas, 8,3 millones; Cuba, 670.000).
- El total de desplazamientos por sequías entre 2015-21 se pueden cifrar en unos 1,3 millones. Más de la mitad, 730.000, se registraron en Somalia; 340.000 en Etiopía; 190.000 en Afganistán. Además de miles en Brasil, Angola, Madagascar, Sudán del Sur, Iraq e India.
- Los desplazamientos por incendios forestales alcanzaron en el periodo 2016-2021 a 810.000 niños y niñas. Los mayores en Estados Unidos, (610.000), Canadá (47.000) e Israel (31.000).
Por todo esto hay que analizar los riesgos de futuro y pasar a la acción. Divide los países en: Alto riesgo, pero con buena capacidad de reacción; Aumento del riesgo debido al cambio climático; Riesgo moderado o elevado, pero con capacidad limitada para hacerle frente: Algunos países corren un riesgo moderado o elevado de sufrir fenómenos meteorológicos extremos, pero también afrontan factores agravantes, como unos altos índices de pobreza, conflictos y otros peligros que hacen que los niños y niñas y sus comunidades sean especialmente vulnerables.
Como resultado de todo lo anterior, y para mejorar las incidencias en relación a los niños, niñas y jóvenes en riesgo de desplazamiento futuro y cumplir los compromisosadquiridos en virtud del Acuerdo de París, el Marco de Sendai, los Objetivos de Desarrollo Sostenible y los Pactos Mundiales para la Migración y los Refugiados, propone una serie de intervenciones urgentes, importantes o necesarias. Unicef nos llama a menudo a ver cómo viven (sobreviven). Ahora ha añadido una nueva causa.
P.D.: LUTO MUNDIAL, nuestro también, por el salvaje terrorismo de Hamas y el casi seguro genocidio infantil (el más cobarde asesinato posible) y de adultos que está perpetrando Israel. ¿Tendrá sanciones económicas como le sucedió a Rusia tras la invasión de Ucrania? ¿Serán excluidos los equipos de Israel de las competiciones mundiales por violar los DD.HH.? Ni un país ni otro suele mostrar sus deseos de dignificar los DD.HH. Aseguran por ahí que todo está pendiente de lo que digan los fondos de inversión, la industria armamentística, las multinacionales, EE.UU. y sus amigos.
Cuando redacto estas líneas el País publica un elocuente artículo de Ana Iris Simón titulado Gaza: el terror detrás del terror. Su entrada dice así:
Ninguna causa es lo suficientemente justa como para asesinar un solo niño en su nombre, ni siquiera para vengar la muerte de otros niños.
Merece una lectura reposada, sin filias ni fobias previas. Solamente pensando en la infancia. Es nuestra mayor riqueza ética, por más que demasiadas veces se la olvide.